Cultivando un corazón de siervo en nuestros hijos
Atendiendo las necesidades de otros en la vida diaria
Por Marilyn Boyer
Este artículo es la 4a parte de una serie que puedes encontrar en su versión en inglés dando click aquí.
Al pensar en cómo cerrar esta serie, por ahora, decidí mostrar un poco de las vidas de los miembros en la familia Boyer, digamos, durante el mes pasado más o menos, para que veas cómo es que llevamos a cabo esto en nuestra vida diaria. Tenemos aún nueve hijos en casa, solo 3 en edad escolar. Los niños están muy involucrados en las vidas de otros. Uno de nuestros vecinos recientemente perdió a su esposa y ahora se encuentra en una casa para ancianos de la localidad. Cuatro de mis hijas van a visitarlo de manera regular, algunas veces incluso empalmando sus visitas. Una de mis hijas decoró su habitación durante la época navideña.
Ellas le leen la Biblia, le testifican sobre el Señor y cómo también puede ser su Señor y simplemente le hacen estar contento y agusto en alguna manera. Su esposa enseñó a todos mis hijos a tocar el piano y ahora ellos tienen la oportunidad de hacer sus últimos días un poco más alegres. ¡Nuestro vecino algunas veces llega a tener hasta 8 visitas en una semana!
Hubo un día en este último mes en que se cocinaron 5 cenas en mi cocina. Las chicas iban a llevar comidas a 4 diferentes familias en un día y la otra era para nosotros. Hemos llevado comidas a amigos quienes han perdido algún miembro de su familia, quienes han tenido alguna cirugía o un nuevo bebé, quienes se acaban de mudar, quienes están enfermos, etc. No creo poder contar las comidas que se prepararon este último mes para otros que estaban en necesidad.
Algunas veces me veo tentada a pensar “¡Wow!¡Mira todos esos trastes!”, pero entonces me viene a la mente la verdad de que mis hijas están invirtiendo en las vidas de otros. Recuerdo ese versículo que habla de que donde no hay bueyes, el establo está limpio, pero mucha fuerza viene de los bueyes, y me siento tan agradecida de que mis hijas especialmente en esta época de sus vidas, cuando aún no están casadas ni tienen familias propias, puedan ver claramente que es de más bendición aprender a servir, que esperar que otros les sirvan.
Kasey andaba conmigo en la tienda del dólar la semana pasada y se encontró una figurita de tortuga. Inmediatamente me preguntó si podía comprarla para su amiga, una mujer anciana quien tiene una colección de tortugas. Ella es una de las señoras a quienes Kasey tiene como propósito abrazar y sonreírles cada domingo.
Hace poco más de un mes tuvimos una fiesta de cumpleaños de uno de nuestros veteranos de guerra favoritos, estuvimos mis hijos más pequeños, Rick, otra familia y yo. El festejado se vió muy sorprendido y conmovido. Nos invitó a que regresáramos a celebrar con él el próximo año. Justo esta mañana en la iglesia noté que andaba buscando con la mirada entre la multitud a su pequeña Kasey. Incluso los niños más pequeños pueden tener un ministerio ¡el de dar abrazos! De hecho constantemente me recuerdo a mí misma de esto. En lugar de solo ir a la iglesia, trato de pensar, ¿a quién puedo saludar que quizá necesite un poco de aliento extra? Vamos a la iglesia para aprender cómo servir a Dios mejor, pero también necesitamos ir a la iglesia para tratar de ser una bendición para alguien más.
Matt, hace una semana aproximadamente, llegó a casa bastante tarde, después de salir de su trabajo, fue a ayudar a una familia en una mudanza. Una de las niñas creo que les preparó una comida. Carrie limpió la casa de una mamá próxima a dar a luz y Chris le ayudó a organizar la ropa de los niños y del bebé. Las niñas han fungido como niñeras mientras una mamá tiene que ir a hacerse un ultrasonido, o cuando ha tenido que llevar a alguno de sus hijos al doctor, etc. Chris tiene una amiga especial a quien le practicaron una cirugía este mes y la ha visitado a ella y a su esposo. Carrie ayudó a planear una gran cena de cumpleaños para un amigo especial.
Kate planeó y llevó a cabo una “fiesta de té” justo antes de la navidad con el propósito de invitar algunas viudas y otras mujeres para hacer algo especial para las viudas, quienes probablemente no reciban tantas invitaciones como sucede con los matrimonios. Fue muy bonito, muchos sandwiches, panecillos dulces, té, chocolate caliente y un tiempo de compañerismo. Cuando era una adolescente y quería ir en viajes misioneros, Rick hizo los arreglos para que fuera con las personas mayores de nuestra iglesia en lugar de ir con los adolescentes. Ella se divirtió mucho y formó relaciones cercanas con muchas de las personas mayores quienes fueron a ese viaje. Fue precisamente una de esas señoras, quien recientemente enviudó, lo que la inspiró a hacer esta “fiesta de té”.
Laura, queriendo involucrarse con algunas de las chicas más jóvenes de nuestra iglesia, invitó a algunas de ellas para que vinieran a hornear galletas de Navidad para regalar a los departamentos locales de policía, gobierno, bomberos y rescate. Invitó a las chicas, hicieron las galletas, las invitó a comer y después entregaron las galletas junto con un folleto evangelístico a los diferentes departamentos de servicios de emergencia. Ayer invitó a una niña pre-adolescente a cenar y pasar una tarde divertida haciendo cupcakes de mono de nieve, jugar juegos de mesa,e tc., simplemente ser una bendición para ella. Fue una tarde divertida. Tuck ha pasado muchas horas ofreciendo su trabajo voluntario en la granja de un amigo con muchas tareas que requerían atención, y le encanta cada minuto de estar ahí.
En muchas ocasiones las chicas han llevado a sus sobrinos a comer a Chick Fil-A o a un museo local, o simplemente de compras a la tienda del dólar o Sam’s. Mi cabeza se pierde cuando trato de mantener los horarios de todos correctamente, pero es suficiente con decir, estoy sorprendida de las horas que mis hijos pasan echando una mano para hacerle la vida más fácil a alguien más. Incluso Kelley y Kasey invierten tiempo en sus sobrinos. Siempre están buscando cosas divertidas para hacer o proyectos qué hacer con ellos o formas divertidas de enseñarles las lecciones de carácter que a ellos les fueron enseñadas.
Estoy compartiendo esto para darte una idea de cómo se ve la vida cuando inviertes tu tiempo en entrenar a tus hijos para notar y atender las necesidades de otros. No es algo que salga de manera natural. Es algo que necesitas comenzar a trabajar tan pronto como sea posible. Pídele a Dios oportunidades para que tu familia ministre. No necesita ser algo oficial para ser un ministerio. Yo creo que Dios tiene como plan que la familia sea el primer campo de entrenamiento para el servicio en el futuro. Si eres tú quien se siente abrumada por tener una casa llena de niños pequeños, ahí es donde tú comienzas. Ministrar para las necesidades de los hermanos, hermanas, mamá y papá, ¡es un buen lugar para comenzar! ¡Es cuando vacías tu vida en otros que Dios te llena! Dios los bendiga a todo mientras levantan un ejército poderoso de soldados para Jesús.
Marilyn es esposa de Rick Boyer, mamá de 14 hijos, abuela de 16 nietos (hasta ahora) quien ha educado en casa por 37 años. Ella y su esposo son los dueños de Character Concepts, que comenzaron con el propósito de ayudar a otros a criar a sus hijos con una visión bíblica firme y de carácter piadoso. Han desarrollado un currículo de carácter desde prescolar hasta preparatoria basados en lo que ellos descubrieron que funcionó mientras criaban a sus 14 hijos al paso de los años. Su pasión es ayudar a las madres jóvenes a criar niños de carácter y disfrutar el viaje.
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