Estrategias para tener una casa ordenada
Desde que soy mamá he visto que las dinámicas familiares están en constante cambio: lo que se necesita y podemos hacer cuando tenemos un bebé, es distinto de cuando tenemos dos, o de cuando los enviamos a la escuela, y por supuesto, se complica un poquito más si decidimos dejarlos en casa y tomar la responsabilidad completa de su educación, con todo lo que ello implica, ¡incluyendo que no paran de comer en todo el día¡ 🙂
Los niños crecen tan rápido que apenas nos estamos acoplando a una forma de organizarnos, cuando ya las necesidades han cambiado, los niños ahora pueden ayudar con ciertas labores, llega un nuevo bebé o adquirimos un nuevo compromiso que demanda de nuestro valioso tiempo.
Desde aquellos años de mamá primeriza comencé la búsqueda de tips, trucos, ideas, ¡lo que fuera! que me ayudara a ser más eficiente en la realización del trabajo en casa. Una de las principales fuentes de “sabiduría doméstica” ha sido definitivamente FlyLady. Si puedes, visita su página, suscríbete y seguramente encontrarás cosas que te serán útiles. Por supuesto, muchas otras cosas aprendí de mi mamá quien fue un ejemplo de trabajo, diligencia y dedicación para mí, y de otras mujeres mayores con quienes he tenido la bendición de convivir y de quienes he podido aprender algunas cosas.
Un clave para llevar a cabo estas estrategias es buscar convertirlas en rutinas y, éstas a su vez, con la práctica, se convierten en hábitos; de esta forma dejan de ser una carga pesada y se convierten en algo que hacemos casi en automático. Si quieres leer un muy buen artículo sobre la formación de hábitos, te recomiendo este, escrito por Ana Iñigo, una joven que fue educada en el hogar.
Aquí te comparto algunas de las estrategias que me han sido muy útiles y, aunque hay muchísimo que decir sobre cada una, intentaré ser breve:
- Tiende la cama al levantarte: Si tus niños están en edad de poder hacer sus propias camas, también es un buen hábito para ellos. Si son muy pequeños, puedes comenzar ayudándoles o que se ayuden entre ellos. No será perfecto, pero estarán trabajando en formarse un buen hábito. Tender la cama al levantarse hace que incluso si hay otras cosas fuera de orden en la recámara, se vea prácticamente ordenado porque la cama es gran parte del área visible, además de que al terminar el día cansada, sentirás alivio de poder llegar directo a acostarte.
- Identifica tus “focos rojos”: Todos tenemos un lugar, mueble, sillón, que se llena de todo un poco: chamarras, zapatos, un juguete, broche del cabello, etc. Cualquier cantidad y tipo de cosas se acumulan en ese lugar. Tómate 5 minutos y acomoda cada una de esas cosas en su lugar, además, procura tenerlo identificado y trata de evitar que vuelvan a acumularse las cosas. Esto nos lleva al siguiente punto.
- Cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa: El viejo adagio y tan cierto que es. Muchas cosas andan rodando de un lado a otro porque no tienen lugar. Debemos preguntarnos si realmente lo necesitamos o queremos, y si es así, asignarle un lugar, si no, deshacernos de él, y por supuesto, poner cada cosa en su lugar.
- Usa el “timer” y avanza mucho en poco tiempo: Pon el “timer” o temporizador (puede ser el de tu celular o uno de cocina) por 5 minutos y recoge todo lo que puedas de una sola habitación, ya sea la sala, el comedor o la recámara. Al cumplirse los 5 minutos, para. Se trata de lograr un orden rápido, no que sea una actividad que te consuma toda una tarde. En la sala por ejemplo, recoge zapatos, juguetes, ropa, pon todo en una caja o canasta y pide a tu niño que él se encargue de llevar cada cosa a su lugar, o hazlo tú una vez que termines de ordenar. Trabaja rápido y verás cuánta diferencia pueden hacer 5 minutos. Cuando los niños son pequeños, les gusta este tipo de actividad porque se vuelve un reto para ellos. Trata de que sea emocionante, una especie de competencia contra el reloj y tendrás unos entusiastas ayudantes. Nota: no te frustres si no funciona con tu hijo, no todos responden con entusiasmo.
- Deja el fregadero reluciente: OK, quizá no tanto, pero así le llama FlyLady (Shine your sink) y no quise cambiar su frase. La idea es que el fregadero quede limpio después de cada uso. No permitas que se apilen los trastes sucios, eso nos hace sentir mal, hace que nuestra casa huela mal y se vuelva un lugar desagradable. Además hará más complicada la siguiente comida. Si puedes, sigue la recomendación completa, lava el fregadero hasta que quede reluciente, secándolo con un trapo, incluyendo la llave del agua. Si los niños pueden ayudar, cada quien se puede encargar de su plato, vaso y cubiertos. Nuestros tres hijos mayores ya ayudan más y uno recoge y limpia la mesa, otro lava los trastes y el fregadero y otro barre. Por lo general yo guardo los trastes limpios que están en el escurridor y hago alguna otra cosa que no hayan hecho completa. Esto se ha convertido en una gran ayuda para mí.
- Mantén las superficies despejadas: Mesas, muebles, cubierta de cocina, si están libres de objetos, hacen que la casa se vea amplia y ordenada, además de que es muy fácil limpiarlas o sacudirlas. Reduce el número de adornos que hay sobre los muebles, deja solo los que de verdad te gusten. Busca un lugar para cada cosa de la cocina, incluyendo los electrodomésticos, tratando de que quede el menor número de cosas en las cubiertas y que todo esté guardado.
- Depura tus pertenencias: Tómate un tiempo para revisar la ropa tuya y de tu familia y saca lo que no usen. Nosotros aprovechamos nuestro periodo de descanso para hacer esto y reorganizar/depurar la ropa de los niños. Puedes poner 3 cajas y en cada una colocas: lo que es para tirar, para donar, para guardar (si tienes más hijos y reutilizan la ropa). La cocina, los juguetes y los adornos, incluso los libros y materiales son otras cosas que casi siempre requieren una depurada. Tener menos pertenencias se traduce en menos cosas que requieren ser ordenadas y limpiadas.
- Ordenar antes de ir a dormir: He visto que muchas mamás que educan en casa tienen este hábito y hacen bien porque es sencillo y hace una gran diferencia en cómo iniciamos el día siguiente. Ya que estamos la mayor parte del tiempo en casa, es muy fácil que desordenemos, especialmente si tenemos un pequeño torbellino de 2 o 3 años. Es una edad en la que les encanta sacar cosas y no quieren o muchas veces no pueden, recogerlas. Como regla en nuestra casa, los juguetes deben estar guardados cada noche antes de dormir y los responsables son sus pequeños dueños.
- Lava una carga de ropa al día: O dos, según las necesidades de tu familia, pero al hacerlo en partes pequeñas solo debemos invertir unos minutos en doblar y guardar, no dedicar un día entero al lavado de la ropa.
- Poco es mejor que nada: Mi intención no es justificar la flojera y la negligencia. Nosotras sabemos cuando estamos dejándonos llevar por estas dos terribles enemigas del trabajo, pero hay periodos de la vida de mamá en que la carga con los chiquitos es tanta, que no nos es posible limpiar todo. En estos y otros casos, es mejor poco que nada. Puedes usar el timer del punto No. 3 y atacar el desorden y el caos en fracciones pequeñas.
- El “Así se debe de hacer” no existe: Muchas veces cargamos con ideas que nos estorban, te doy un ejemplo. Mi mamá lavaba los baños de nuestra casa a diario, con jabón, cloro, MUCHA agua, escoba, trapeador, etc. Lavar cada baño así require de una media hora, mínimo. Esa era mi idea de “cómo se debe lavar el baño” y me agobiaba si no lo hacía así, entonces a veces de plano no lo hacía o era una actividad que me consumía mucho tiempo. Sin embargo leí a FlyLady y me dí cuenta de que ella lo proponía de una forma muy práctica que me cayó como anillo al dedo, dado que no puedo dedicar medio día a la limpieza de mi casa y lo que necesito (como probablemente tú también) son soluciones a los pequeños problemas diarios. No te ates a ideas. Pregúntate si hay mejores soluciones para tus problemas actuales y quizá encuentres alternativas.
- Lava el baño a diario: ¿Pero cómo? quizá te preguntes, suena contradictorio a mi ejemplo del punto anterior. La diferencia está precisamente en el cómo. Una clave es: ten todo lo que necesites en cada baño. Si tienes másde un baño, pon un juego de limpieza en cada uno, esto hará que cuando entres a alguno de ellos puedas limpiarlo rápidamente. Yo tengo un cepillo para el sanitario, un bote de toallitas desechables (los ecologistas no me odien por favor), un trapo, una fibra, un rociador con limpiador y un botecito pequeño con detergente. Pongo un poco de jabón en el lavabo y el sanitario y rocío ambos con el limpiador, tallo rápidamente el sanitario, lo limpio de arriba a abajo con una toalla desechable y la tiro. Después tallo el lavabo con la fibra, lo enjuago y limpio la cubierta con el trapo limpio. Lavo el trapo y guardo todo. No me lleva más de 10 minutos. Bono extra: Si tienes un poquito más de tiempo, pon un poco de jabón en la regadera y rocía con el atomizador, talla con la escoba y enjuaga. Limpia el espejo de arriba a abajo con el trapo limpio. No uses limpiador para vidrios ni nada. Deja eso para una limpieza profunda, la idea es tener un baño suficientemente limpio como para sentirnos cómodos usándolo, no perfecto y reluciente.
- Recoge por donde vayas pasando: Es un hábito que ayuda mucho a mantener el orden. Todo el día vamos de un lado a otro de la casa y en muchas ocasiones pasamos junto a cosas en el suelo sin recogerlas, podría decir que ¡casi sin verlas! Si cada vez que paso recojo algo, quizá (¡solo quizá!) logre ganarle a mi pequeño torbellino. Bueno, probablemente no le gane y él logre tirar más cosas de las que yo recoja pero al menos le daré batalla 🙂
- Limpia el piso a diario: Una forma rápida de hacerlo, y en la que a los niños les gusta ayudar, es utilizando un trapeador ancho y seco, como los que usan en los centros comerciales y hospitales. Este artefacto ha sido uno de los de mayor utilidad en mi casa. Ya sea que yo lo haga o se lo pida a alguno de mis hijos, rápidamente se pasa por toda la casa y va juntando polvo, virutas, papelitos de recortes, etc., que al final recogemos con escoba y recogedor. Su desventaja es que no alcanza bien los rincones, pero para una limpieza rápida es perfecto, no nos lleva más de 10 minutos y el piso queda bastante limpio.
- Guarda lo que saques, en ese momento: No pospongas colgar el abrigo, la bolsa, el mandado, etc. Un buen hábito es: lo uso, lo guardo.
- Se flexible: Si tus hijos ya ayudan en los trabajos de casa, hay una recomendación que leí hace poco y que me pareció muy buena además de que me sorprendió porque pensé que yo era la única que pensaba así. No lo había notado antes, pero casi todas las mamás tenemos “la forma” de hacer las cosas en nuestra casa. Los platos se acomodan así, los vasos asá, unos boca abajo y otros boca arriba, etc. Si nuestros hijos ayudan, podemos explicarles que si se acomoda de cierta forma se optimiza el uso o el espacio, pero seamos flexibles y no los hagamos caer en desánimo con nuestras exigencias. Si tienes niños pequeños te recomiendo leer esta otra entrada en donde hablo de esta etapa en particular.
Después de leer esto pensarás que mi casa está perfecta, ¿verdad? Pues lamento desilusionarte. Aún no logro que la totalidad de estos 16 puntos sean hábitos tanto en mí como en mis hijos, sin embargo procuro que el desorden no se convierta en caos y requiera de horas para tener la casa presentable y que si alguien avisa que llega de visita, no me lleve más de 15 minutos poner orden.
Esto no quiere decir que no tenga como meta ser más diligente y ordenada, pero debo ser realista y entender que si hay cosas sucias y tiradas es porque tenemos esta casa que Dios nos ha dado junto con muchas pertenencias que nos son de bendición; tenemos estos hijos por los que estoy tan agradecida con Él, a quienes les encanta escribir, dibujar, comer, construir aviones y barcos, leer libro tras libro y cambiarse de ropa varias veces al día, y vivimos esta vida imperfecta y llena de labores y afanes que algún día terminarán.
Finalmente, quiero recordarte, y recordarme a mí misma, porque me hace falta: servir en nuestra casa a nuestros hijos y nuestro esposo, es una forma de mostrarles amor, una expresión de amor que recibí de mi propia madre y ahora tengo el privilegio de portar ese título con todo lo que implica. También es una oportunidad de ser como Cristo, quien nos enseñó que él mismo vino a servir, no a ser servido. ¡Qué mejor ejemplo a seguir!
Karime
Filipenses 2:3-8
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Me diste muy buenos tips. Aveces me vuelvo loca, pero como dices es cuestión de organizarme hacer cosas pequeñas diarias y dejar tareas a los niños libera cargas. Muchas gracias por tu block me fue de bendición
Fue de gran bendición tu block. Me estaba volviendo loca. Tengo tres niños y un torbellino de 3 años. Pero tienes razón es mejor planear poco a poco diario y empezar a dejarles tareas. 5 o 10 minutos de limpieza de verdad si hacen bastante diferencia. Muchas gracias ☺️