Los 5 minutos que cambiaron mi día

Había leído sobre algunas mamás que utilizan planificadores como herramienta de administración para la educación en casa, así como el manejo y administración del hogar. En varias ocasiones intenté usar algunos, buscando hacer rendir un poco más mi tiempo, ya que me parecía imposible cubrir todas las tareas y necesidades de la casa además de la enseñanza de mis hijos, pero desgraciadamente no me sirvieron, como tantas otras cosas que he intentado y no han funcionado, solo me causó frustración. Ya que nosotros trabajamos con una currícula pre-armada, que además incluye un manual que me sirve de guía, y que usamos como base del trabajo de aprendizaje formal de los niños, los planificadores que encontraba estaban realmente sobrados.

Me parecían (y algunos aún me parecen) demasiado sofisticados. Sentía que tenía que invertir demasiado tiempo llenando el planificador, para lo que finalmente me servía. Era una tarea que consumía no solo mi tiempo, sino mis energías, ya que, ¡había tanta información por vaciar allí! Ahora, no digo que no funcionen, solo digo que a mí no me funcionó. He leído de muchas mamás a quienes les parece buenísimo y cada año compran o hacen alguno porque ahí tienen toda la información que necesitan: teléfonos de emergencia, esquemas de vacunación, planeación de comidas, libros que cada niño leerá ese año, materiales por comprar, planeación de las materias escolares de cada hijo, plan de mantenimiento de la casa, plan de limpieza (profunda y diaria), y un largo etcétera.

Seguí en mi búsqueda de algo que pudiera ayudarme en la organización de mi vida de mamá homeschool y terminé haciendo un formato muy sencillo que me ha funcionado de forma maravillosa, y no exagero.

Decidí que tenía que hacer algo lo más sencillo posible, que no me llevara más de 5 minutos al día utilizarlo y que me ayudara en el resto del día. Diseñé una forma en donde hago una planeación general de mi semana que incluye: fecha, comida principal de cada día, pendientes/compras, proyecto semanal, lista del súper y peticiones de oración. Puedes descargar esta forma dando click aquí.

Este año hemos estado construyendo la ampliación de nuestra casa, por lo que constantemente tenía que estar checando si necesitábamos algún material o si tenía algún diseño por terminar, alguien a quien llamar, etc. También en la sección de pendientes anoto si necesito algún material para el trabajo de los niños, mapas, sacar copias, etc., de modo que desde el inicio de semana sé lo que voy a ocupar y puedo prepararme con anticipación. El proyecto semanal es mas bien algo que tenga ganas de hacer, y que generalmente no hago por falta de tiempo, no es algo que deba hacer, si no algo que quiera hacer por gusto. Tengo una larga lista de cosas que quisiera hacer y parece que solo se van acumulando, pero al anotarla en mi plan semanal, he logrado al menos avanzar un poco en ellas. Un ejemplo es una Biblia usada que alguien me había regalado y que decidí utilizar para mi estudio bíblico diario, ya que la puedo marcar con colores sin sentir remordimiento (eso de no rayar los libros, y particularmente la Biblia, fue algo que me quedó bien grabado desde niña). Esta Biblia necesitaba un nuevo empastado y se me ocurrió además forrarla con tela. La verdad me sentí muy contenta de rescatar esa Biblia y poder usarla con libertad.

A mí me ha funcionado desde hace años hacer una lista de las compras que voy a hacer en el súper junto con el menú semanal, de esta manera sé lo que necesito para la semana. Finalmente, asisto a un grupo en donde tenemos un estudio bíblico semanal y cada quien expone sus peticiones de oración. Estas van a mi lista, junto con algunas otras personales o de nuestras familias, vecinos, etc.

Después hice el formato para la planeación del día, puedes descargarlo aquí.

En mi plan diario incluyo: fecha, desayuno, comida y cena del día, pendientes/compras, y palabras o versículos.

Me ha sido muy útil que temprano en la mañana pueda echar un vistazo general a mi día y tomar las medidas necesarias. Por ejemplo, al anotar lo que vamos a desayunar, comer (checo mi plan semanal) y cenar, ya no me llega la hora de preparar sin saber qué hacer, y vaya que en ocasiones es todo un dilema, parece que entre más hambre o prisa hay, más se esconden las ideas. O bien, ya no me dan las 2 de la tarde solo para darme cuenta que la carne para preparar la comida sigue en el congelador. Otra forma en que me sirve esta revisión matutina de mi día, es que puedo repartir los pendientes y compras de la semana y hacer los que mejor se acomoden a ese día, o bien agregar algo que haya surgido. Finalmente, en mi tiempo de meditación y oración, si hay algo en lo que yo crea que El Señor me ha hablado, también lo anoto, son palabras que quedan resonando en mi mente y en ocasiones versículos que se han quedado ya grabados y vienen en los momentos más necesarios.

Yo sé que mis formatos son sencillos, pero esa era mi intención, eso necesitaba, algo que me diera una guía, no un plan del cual tuviera que volverme esclava.

Quizá en otra etapa de mi vida lo modifique o pueda volverme lo suficientemente hábil como para usar un programa más complejo. Me encantaría tener perfectamente planeada la limpieza a profundidad de mi casa: saber cuándo debo lavar las cortinas, cuándo limpiar los clósets, cuándo le toca la limpieza al tinaco o cisterna, etc. Por el momento iré dando pequeños pasos y ya veré si puedo ir agregando actividades y tareas. ¿Tú usas algun formato para la planificacion y cuidado de tu casa-escuela?¡Compártelo con nosotros y cuéntanos cómo lo usas!